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Abanico Ibérico
Sí, entendemos que los nombres extraños siguen, pero te aseguramos que merece la pena. El abanico ibérico es la carne que envuelve las costillas del cerdo ibérico por la una parte de fuera. Esta carne se puede elaborar de múltiples formas: en filetes, en tiras, dados, etcétera. Queda realmente bien cocinado con frutas y asimismo con las setas, ¿te animas?
Lágrima ibérica
En ciertos sitios la lágrima ibérica se la conoce como delicia ibérica. Este corte con apariencia de tira entre diez y 20 cm no es mucho más que la carne intercostal de las costillas. Su gusto, textura y forma de preparación no difiere, con la tranquilidad de tener retirado el hueso.
Es una carne que según su preparación puede ser algo mucho más dura que por poner un ejemplo el lagarto pero su intensidad de gusto, como cualquier carne que engancha con hueso y el contenido en grasa provoca que sean una delicia. Prepáralas a la plancha, al horno, con arroz, con salsa barbacoa, estilo asiático… ¡es un corte muy polivalente conque hazle imaginación y goza!
Pluma Ibérica
Está entre los hombros y resulta muy balanceada entre la proporción de carne magra y las vetas de grasa. De cada cerdo se consiguen 2 plumas de entre ochenta y cien gramos cada una.
La preparación perfecto para la pluma ibérica es cocinarla a la plancha a fuego prominente, churrándola bien por fuera y dejándola tierna por la parte interior. Es idónea para una comida informal acompañada de ciertas setas de temporada, algún paté gourmet o un foie y un óptimo vino tinto.
Pluma de cerdo y el ácido oleico
Es esencial resaltar la relevancia de la grasa infiltrada que tienen nuestros cerdos ibéricos. Esto hay que al ejercicio que hacen al aire libre entre los meses de octubre a febrero, a lo largo de ámbas largas montañas que los animales pasan a la dehesa, lo que les adjudica una composición ósea y muscular únicas, absolutamente creada.
El ácido oleico es especialmente considerable en cortes como el de la pluma de ibérico, cuyo veteado sin igual, merced a la elevada concentración de ácidos grasos monoinsaturados, le hace alardear de un considerable nivel de ácido oleico, o sea, una grasa que es lo mucho más similar al aceite de oliva.