modales para cortar y comer la carne

Desde el comienzo de la historia la manera del hombre de probar la amistad fué al comunicar la comida, no en balde la palabra “compañero” que significa verdaderamente compartidor de pan.

HISTORIA DEL TENEDOR

Si bien técnicamente han existido desde la antigüedad, los primeros tenedores preliminares consistían en solamente 2 dientes y se empleaban primordialmente para cocinar y ser útil alimentos. Los dedos, cuchases y cuchillos proseguían siendo las opciones mucho más populares en el momento en que tenía que ver con comida enserio. Entre los varios utensilios para comer, el tenedor tenía entre los caminos mucho más atrayentes de nuestra historia. Conforme los adelantos en los campos de la tecnología, la fabricación de herramientas, la preparación de alimentos y la cocina allanaron el sendero para una aparición muy temprana del cuchillo y la cuchara al comienzo de nuestra historia, el tenedor continuó parcialmente ignota a lo largo de cientos de años. Solo con la llegada de la Europa medieval, la creciente industria metalúrgica y los nuevos sabores complejos del movimiento renacentista, lograron hallar su popularidad en el mundo entero y ubicación en nuestras mesas. La necesidad de elaborar y ser útil eficazmente los alimentos allanó el sendero a fin de que el tenedor apareciese en las cocinas de muchas civilizaciones viejas. Varios de los usos mucho más viejos populares de los tenedores surgen de los descubrimientos arqueológicos en el Viejo Egipto, China y Grecia. Por ese momento, los tenedores cortados en madera u huesos de animales, con frecuencia se creaban para ser enormes y útiles como utensilios de cocina expertos y herramientas para ser útil. Con la llegada del Imperio De roma y su industria metalúrgica, los tenedores llegaron a ser producidos desde bronce y plata. Su empleo como herramienta para elaborar y ser útil alimentos prosiguió practicándose en las partes orientales del Imperio De roma, que después se transformó en el Imperio Bizantino. Comentando del imperio Bizantino, desde el siglo IV a. C., el tenedor logró bastante común en las tablas de la clase alta bizantina y en el siglo IX viajó a Persia, donde empezó a ser empleado en círculos de élite bajo el nombre de “barjyn”. Esta lenta expansión dejó que la horquilla se transformara en un espacio común en Europa del Este y Oriente Medio, y que al final se transformara en parte integral de los utensilios para comer en el siglo X. El concepto moderno para el tenedor procede del latín “furca ”. Al tiempo que Europa del Este y Oriente Medio gozaron de la tranquilidad y sencillez del empleo de los tenedores para la mayor parte de la llamada Edad Media, el centro y oeste de Europa todavía empleaban las manos como un medio primordial de nutrición. Con la abundancia de metales en circulación, los círculos distinguidos de la población sostuvieron la tradición de que cada hombre llevara uno o 2 cuchillos puntiagudos que usaban para recortar carne, o como una fácil “lanza” para perforar la comida y llevarla del plato en boca. Esta tradición, solo fue practicada por hombres ricos que se vieron obligados a recortar la comida para mujeres próximas a la mesa, y la mayor parte de la población mucho más pobre prosiguió comiendo sin la asistencia de cuchillos o tenedores. Llegada de la bifurcación a Europa central, donde se le ayuda a 2 princesas bizantinas que se casaron con aristócratas de europa, y que llevaron las maravillas de Oriente a la Europa prerenacentista (la emperatriz Theophanu que se casó con el emperador Otón II de Saxton en 972 y Tedora Dogaresa Anna Dukaina Selvo quien se casó con el noble veneciano Domenico Selvo en 1.075). Tristemente, la predominación de estas 2 mujeres no fue bastante para asegurar el reconocimiento del tenedor, y a lo largo de los próximos 300 años Europa continuó ignorándolo. Múltiples cortes reales de Europa tenían un pequeño contingente de tenedores diseñados extravagantemente para objetivos particulares y comidas exóticas, pero el instante que brindó la chispa inicial de el reconocimiento del tenedor en Europa central pasó con el matrimonio del rey Enrique II y la noble italiana Catherine que con su séquito, trajo a la corte francesa la tradición de la nobleza italiana de comer con tenedores, que próximamente se realizó muy habitual en toda Francia. Tristemente, la mayor parte de Europa cogió la horquilla por el siglo XVII, y en USA tras la final de la Revolución De america, a inicios del siglo XIX. A lo largo de su historia, el tenedor recibió muchas ediciones en su fachada y facilidad de uso. En su empleo inicial, la horquilla tenía solo 2 dientes y su diseño obscurecía la visión del plato por la parte del usuario. Conforme pasaron los siglos, su diseño comenzó poco a poco a parecerse a el aspecto actualizada. La horquilla que conocemos actualmente, con 4 dientes y diseño curvo, que es el conveniente para perforar y agarrar alimentos, se ingresó en la Alemania del siglo XVIII. A inicios del siglo XX, la invención del acero inoxidable dejó la simple fabricación de utensilios de cocina que desde ese momento han recibido pequeños cambios en diseño. Los tiempos modernos y la invención del plástico, dejaron a los inventores comenzar a presenciar con modelos híbridos de utensilios comida, y el tenedor puede estar que se encuentra en múltiples de ellos: Spork (cuchara y horquilla), Knork (cuchillo y horquilla) y Sporf (cuchillo, cuchara y horquilla). Entre los primeros datos que se conocen, de varios de los primeros tenedores de mesa populares, hicieron su debut en el Viejo Egipto. La civilización Qijia (2400-1900 aC) que radicaba en una parte de la China de hoy asimismo es famosa por haber utilizado tenedores. Recalcar de qué manera enseñamos arriba, que entre las primeras pruebas documentadas de tenedores en Venecia, es de una historia del siglo XI de la boda de una princesa bizantina, Theodora Anna Doukaina, con Domenico Selvo. Ella en teoría trajo tenedoras de oro como una parte de su dote. Supuestamente fue bastante el escándalo, los miedosos de Dios vieron estas barbaridades como un desaire contra el Señor, que nos dio unos dedos con perfección buenos para comer. En el momento en que la princesa murió un par de años tras una enigmática patología degenerante, ciertos la consideraron un castigo por su orgullo y sus desmanes percibidos. Los miedosos de Dios vieron estas barbaridades como un desaire contra el Señor, que nos dio unos dedos a la perfección buenos para comer. Pese a ser citado como aceptable en la Biblia hebrea, los tenedores en el planeta occidental prosiguieron teniendo este estigma negativo gracias a su asociación con la caída oriental, siendo percibido como una ofenda a Dios. Más tarde fueron reservados rigurosamente para comidas pegajosas. El reconocimiento del tenedor empezó a medrar a lo largo del siglo XVI gracias a la autora de tendencias históricas Catherine de Medici, la que asistió a popularizar el tenedor (tal como la pasta, el aceite de oliva, y la separación de dulce y la ajedrea que se utilizaba como condimento) en las mesas francesas tras su matrimonio con Enrique II. En ese instante, cualquier cosa italiana se encontraba de tendencia merced al Renacimiento. El tenedor asimismo se realizó mucho más habitual conforme los especiales de higiene comenzaron a mudar. Hasta ese instante, se consideraba una gran idea tapar intencionalmente los pozos con tierra para eludir que las plagas se infiltrara por medio de ellos. (Pensamiento afines fueron en parte importante por qué razón el baño no era común a lo largo de la Edad Media: ¡no desearás que el agua llena de patologías penetre a tus poros!). Bastante gente asimismo preferían limpiarse la mano de manera directa en las manos en vez del mantel, puesto que esto sería pésimos modales. En este momento, piensa a estas personas comiendo con las manos. Naturalmente, el cambio comenzó a parecer poco a poco más interesante para esos que preferían que su comida no estuviese sucia. No obstante, varios hombres todavía los rechazaron ya que se les consideró bastante femeninos. Esto comenzó a mudar en el momento en que comenzaron a realizarse con puños con volantes. Esto puede parecer extraño para nosotros, pero no debemos olvidar que los tacones altos se idearon inicialmente para hombres, que asimismo empleaban mallas. tenedores. Los plebeyos aun comenzaron a tener el lujo de tener una cubertería completa para sugerir a los convidados. Los tenedores de manera rápida superaron los cuchillos como el producto de cubertería mucho más habitual, lo que resultó que los victorianos crearan una sobreabundancia de variedades de tenedores. Desde ese momento, los tenedores han seguido siendo un factor básico en la sociedad occidental.

¿De qué manera se maneja el cuchillo?

El cuchillo siempre y en todo momento se maneja con la mano derecha. El corte va hacia abajo para lograr recortar e inclusive asistirnos a pinchar los alimentos con el tenedor. Para hacer más simple su empleo se puede efectuar una pequeña presión con el índice en la parte opuesta al corte. En la mesa jamás tenemos la posibilidad de llevar el cuchillo en la boca.

Los cuchillos se ponen siempre y en todo momento en la sección derecha del plato por orden de empleo. En el exterior se pondrá el cuchillo de pescado, y mucho más cerca del plato el cuchillo de carne, los dos con el tajo tajante hacia dentro. Adjuntado con los cuchillos, en la parte mucho más externa, se pone la cuchara con la concavidad hacia arriba.

Deja un comentario